Es el guardián de los umbrales prohibidos y de las momias reales, escucha el canto de los planetas; vela el borde de las eternidades. Representarían un poderío soberano, despiadado con los rebeldes y protector de los buenos. Por ser felino es irresistible en el combate. Sus rasgos y su posición expresan la serenidad en la incertidumbre.
En Grecia había leonas aladas con cabeza de mujer, enigmáticas y crueles, símbolo de la femineidad pervertida. Planteaba enigmas a los caminantes y devoraba a quienes no sabían responderlos. Simbolizaría la intemperancia y la dominación perversa, secuelas destructoras del reinado de un rey perverso. No puede ser vencida sino por el intelecto.
En el curso de su evolución ha venido a simbolizar también lo ineluctable; hace surgir la idea del enigma. Representa el comienzo de un destino, que es a la vez misterio y necesidad.
Créditos de las imágenes: Marsyas